Una excepción.
La longevidad nunca ha sido la fuerza de los rockeros. A parte algunos
dinosaurios, solo bailan a menudo uno o dos veranos antes de convertirse
en cantantes completamente "has been". Indochina, no conoce
este tipo de problemas existenciales. 
Desde hace veinte
largos años, este grupo de POP sintético va de éxito en éxito y sigue
fascinando a un público adolescente que no vivió en directo el triunfo
"del Aventurero."
Es con este agradable
melodia, mezcla improbable de guitarras manera Shadows y de musica
incolora, que los gemelos Sirkis (Nicola y Stéphane) y sus cómplices
tomaron de asalto de los charts francófonos sobre los cuales iban
a reinar hasta el final de los años ochenta.
Hecho ascos a continuación
por los medios de comunicación, trastornados por cambios de personal,
Indochina siguió más tarde registrando regularmente. Esta primavera,
el grupo que, desde la muerte brutal de Stéphane Sirkis en 1999, no
cuenta ya en sus filas que un miembro de la formación original (Nicola),
publica Paradize.
Determinado de
llenar las salas en caso de su próxima gira futura, Nicola Sirkis
toma ningún riesgo. Según un ritual en adelante bien rodado, Paradize
propone una colección de himnos teenagers a las palabras exóticas
o amablemente sexy pila de discos en melodías POP techno vagamente
góticas.
Lejos de las corrientes
de moda, Indochina navega tranquilamente en aguas conocida antes de
lanzar el desorden con un "Mono en Invierno", título complejo
y nostálgico ofrecido por Juan- Louis Murat obviamente conquistado
por tanto perseverencia.
Jean-Philippe
Bernard, 17 avril 2002, Fémina